Piensa en mí de vez en cuando, porque es un milagro que viva sin ti...
HILOS
Hay hilos invisibles
que deshilan mi corazón
para anudarse a tus caderas
me sujetan al borde del arrecife
y te conviertes en mi hilandera
tan particular como el sol.
Deslígame, suéltame, libérame
luego sújetame, anúdame, átame
a tu corazón, a tu alma
a tu vida y a tu sonrisa
no te olvides de tu cama
y convierte los hilos en riendas
en miles de noches de pasión.
Hay hilos invisibles
que deshilan mi corazón
para anudarse a tus caderas
me sujetan al borde del arrecife
y te conviertes en mi hilandera
tan particular como el sol.
Deslígame, suéltame, libérame
luego sújetame, anúdame, átame
a tu corazón, a tu alma
a tu vida y a tu sonrisa
no te olvides de tu cama
y convierte los hilos en riendas
en miles de noches de pasión.
Canción seducida por el post:
MIKEL ERENTXUN
Suelta las riendas de mi corazón
Sigue a pocos metros del paso a nivel,
el roble centenario que un día accedió
a disecar nuestros nombres llenos de amor,
dos flechas entre tú y yo.
Eran buenos tiempos para partir el mundo en dos
y servirlo en dos platos a la hora de cenar,
teníamos aún una buena digestión
y muchas ganas de vivir.
Piensa en mí de vez en cuando,
porque soy una especie en extinción,
piensa en mí de vez en cuando,
porque es un milagro que viva sin ti.
El sol doraba nuestro pelo al atardecer,
pero no doró nuestras carteras, a nuestro pesar,
envejecimos de repente sin resolver
estas equis de juventud.
Piensa en mí de vez en cuando,
porque soy una especie en extinción,
piensa en mí de vez en cuando,
porque es un milagro que viva sin ti.
Suelta las riendas de mi corazón
y toma, toma las riendas del tuyo.
Suelta las riendas de mi corazón
y toma, toma las riendas del tuyo...
Suelta las riendas de mi corazón
Sigue a pocos metros del paso a nivel,
el roble centenario que un día accedió
a disecar nuestros nombres llenos de amor,
dos flechas entre tú y yo.
Eran buenos tiempos para partir el mundo en dos
y servirlo en dos platos a la hora de cenar,
teníamos aún una buena digestión
y muchas ganas de vivir.
Piensa en mí de vez en cuando,
porque soy una especie en extinción,
piensa en mí de vez en cuando,
porque es un milagro que viva sin ti.
El sol doraba nuestro pelo al atardecer,
pero no doró nuestras carteras, a nuestro pesar,
envejecimos de repente sin resolver
estas equis de juventud.
Piensa en mí de vez en cuando,
porque soy una especie en extinción,
piensa en mí de vez en cuando,
porque es un milagro que viva sin ti.
Suelta las riendas de mi corazón
y toma, toma las riendas del tuyo.
Suelta las riendas de mi corazón
y toma, toma las riendas del tuyo...