ATERRICÉ
Aterricé en tu vida
con los motores apagados
viviendo sin gasolina
como único fuego, los rescoldos
de amores de antaño
y me refugio entre tus brazos
buscando de almohada tus hombros.
Aterricé en tus labios
tan a menudo tan helados
como glaciares centenarios
aportándote ese carmín invisible
ese tonificante dulcificador
que a veces es imperceptible
como en la nieve los rayos del sol.
Aterricé en tu corazón
en la única pista disponible
que era casi inaccesible
ya que estaba sin iluminación
y aunque mi pequeña avioneta
era zarandeada por la tormenta
dede entonces aquí estoy.
Aterricé en tu vida
con los motores apagados
viviendo sin gasolina
como único fuego, los rescoldos
de amores de antaño
y me refugio entre tus brazos
buscando de almohada tus hombros.
Aterricé en tus labios
tan a menudo tan helados
como glaciares centenarios
aportándote ese carmín invisible
ese tonificante dulcificador
que a veces es imperceptible
como en la nieve los rayos del sol.
Aterricé en tu corazón
en la única pista disponible
que era casi inaccesible
ya que estaba sin iluminación
y aunque mi pequeña avioneta
era zarandeada por la tormenta
dede entonces aquí estoy.
Canción seducida por el post:
MÓNICA MOLINA
Vuela
Vuela, en mi voz este poema,
blanco de luna llena;
a tu descanso de mar.
Vuela cruzando las fronteras,
de temores y penas;
que habitan en mi hogar.
Por conocerte sé,
que en ti nace el verbo amar,
que tu canto es libertad.
Y vivo sintiéndote...
En el aire frío que respiro,
en cada amanecer y con cada suspiro;
en la luz que guarda mi camino,
de temores y espinos.
Quiero que mi alma de fuego,
arda con el sosiego;
que envuelve tu verdad.
Quiero que mis versos al vuelo,
despierten el consuelo;
que fluye de tu paz.
Por conocerte sé,
que en ti nace el verbo amar;
que tu canto es libertad.
Y vivo sintiéndote...
En el aire frío que respiro,
en cada amanecer y con cada suspiro;
en la luz que guarda mi camino,
de temores y espinos.
Vuela
Vuela, en mi voz este poema,
blanco de luna llena;
a tu descanso de mar.
Vuela cruzando las fronteras,
de temores y penas;
que habitan en mi hogar.
Por conocerte sé,
que en ti nace el verbo amar,
que tu canto es libertad.
Y vivo sintiéndote...
En el aire frío que respiro,
en cada amanecer y con cada suspiro;
en la luz que guarda mi camino,
de temores y espinos.
Quiero que mi alma de fuego,
arda con el sosiego;
que envuelve tu verdad.
Quiero que mis versos al vuelo,
despierten el consuelo;
que fluye de tu paz.
Por conocerte sé,
que en ti nace el verbo amar;
que tu canto es libertad.
Y vivo sintiéndote...
En el aire frío que respiro,
en cada amanecer y con cada suspiro;
en la luz que guarda mi camino,
de temores y espinos.